Un poco más sobre segregación escolar en inmigrantes

La elección de un colegio, en sí, es complicada y de azarosa: es difícil prever con qué grupo de personas se va a coincidir y crecer en esta etapa de la vida. A la vez, es una elección que va a afectar el futuro estudiante de formas innumerables.
Si pensar en esto es complicado a nivel local; o sea, tomar la decisión de entrar a una institución educativa, siendo de donde siempre se ha vivido, con familia y amigos cercanos, con un mismo idioma, con una misma etnia o idiosincrasia, ahora pensemos eso mismo para un inmigrante.
Carlos Lubián y Delia Langa nos ponen en retrospectiva la sensación de segregación escolar que viven las poblaciones de inmigrantes, con un caso de estudio en España; pero, que rescata muchos escenarios que puede vivir cualquier familia de inmigrantes, por lo menos, en occidente, a la hora de elegir la opción más adecuada para la formación del pariente.
A través de testimonios, nos cuentan sobre “la huida selectiva versus la auto-concentración”, donde en la selección de la escuela se evita que haya extranjeros o concentración de grupos étnicos, por temor a una segregación explícita. También, que tenían en cuenta colegios en los que hubiera personas locales para que, premeditadamente, coincidieran con españoles.
Más adelante mencionan el proyecto migratorio, que implica una situación en las que las familias migran buscando un mejor futuro educativo para sus hijos. En estas situaciones, las familias recargan el éxito académico como una prioridad, tanto que se recoge de un testimonio: “Mira, si hemos decidido salir fuera… No es negociable (…) Para nosotros el que no estudien pues sí es igual a fracaso”. Queda claro que el objetivo es que el estudiante tenga un mejor futuro, la familia se beneficie de ello y haya un escalamiento social. Es migrar con aspiraciones y expectativas anticipadas.
Por otro lado, también recogen testimonios que tienen que ver con los recursos étnicos. Cómo familias de migrantes usan redes de apoyo y comunidades étnicas para ubicarse y sacar beneficios sociales con más facilidad y rapidez; pero, sacrificando su identidad y sus raíces.
En definitiva, los fenómenos de la migración nos muestran unas dinámicas sociales que impactan y afectan las formas como nos relacionamos en los sitios donde vivimos. También, reconfiguran los imaginarios regionales, étnicos y culturales. Nos ayudan a entender, de igual forma, otras de las aristas de la migración, esta vez en los grupos de inmigrantes que premeditan un ascenso social que viene acompañado de un deseo de tener mejores condiciones para vivir, pero que, en el proceso, se arriesgan a ser segregados y excluidos.